Restaurante elegante con **tres estrellas Michelin**, dirigido por el chef Alain Ducasse.
Combina arte y gastronomía dentro del lujoso Hotel Meurice, frente al Jardín de las Tullerías.
Uno de los restaurantes más exclusivos de París, situado en la Place des Vosges.
Famoso por su cocina francesa clásica, atención impecable y un ambiente muy refinado.
Ubicado en el segundo piso de la Torre Eiffel, ofrece vistas impresionantes de toda la ciudad.
Cocina moderna francesa dirigida por el chef Frédéric Anton, con platos creativos e ingredientes locales.
Uno de los cafés más icónicos de París, famoso por sus mesas al aire libre y su historia literaria.
Fue punto de encuentro de artistas y filósofos como **Sartre y Simone de Beauvoir**.
Fundado en 1686, es el restaurante más antiguo de París.
Sirve clásicos franceses como la sopa de cebolla y el coq au vin, en un ambiente lleno de historia y encanto.
Clásico postre francés con una crema suave de vainilla cubierta por una capa de azúcar caramelizado.
Se sirve fría con la superficie caliente y crujiente. ¡Un contraste delicioso!
Aunque es más conocido como desayuno, el croissant es un símbolo de la repostería parisina.
Hecho con capas de masa hojaldrada y mantequilla, se disfruta solo o relleno de chocolate o almendra.
Pequeños pastelitos de almendra con colores vivos y rellenos cremosos.
Famosos los de Ladurée y Pierre Hermé, con sabores como pistacho, frambuesa o vainilla.
Masa ligera rellena de crema pastelera y cubierta con glaseado de chocolate.
Es uno de los postres más queridos en las pastelerías parisinas.
Tarta invertida de manzana caramelizada, servida caliente y con una bola de helado o crema.
Nació por accidente en el siglo XIX, ¡y hoy es un clásico imperdible!